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Joy se ha dedicado a la rehabilitación y el trabajo corporal desde 2011. Obtuvo una maestría en Ciencias de la Rehabilitación mientras era entrenadora asistente de voleibol en su universidad, una experiencia que profundizó su comprensión del movimiento humano y la recuperación. En 2015, Joy comenzó sus estudios formales de Integración Estructural Hellerwork y, en 2017, tuvo la oportunidad de formarse con la reconocida profesional Sharon Wheeler. Durante los años siguientes, Joy estudió estrechamente con Sharon y, en 2022, comenzó a asistirla en talleres internacionales. Continuando con su compromiso con el aprendizaje, Joy estudia activamente con diversos profesores tanto de Integración Estructural como de Osteopatía. También imparte sus propias clases, inspirada por el enfoque de Sharon Wheeler, y mantiene una consulta privada en Old City, donde ofrece atención individualizada a sus clientes.
En 2021, un alma gentil llamada Avatar llegó a la vida de Joy y la cambió para siempre. Un elegante saluki de fuerza serena, Avatar había superado un duro viaje. Vivía en Doha, Catar, cuando sufrió una grave lesión en la pata delantera izquierda. Un hombre bondadoso lo acogió y, queriendo lo mejor para él, lo envió a Estados Unidos, confiando en que los expertos de allí podrían ayudarlo a sanar. Durante meses, Avatar asistió a fisioterapia, intentando con valentía recuperarse. Pero pronto se hizo evidente que la mejor opción era amputarle la pierna lesionada. Aunque fue un gran cambio, Avatar lo afrontó con sereno coraje. Fue durante su recuperación que Joy lo conoció. Ella era voluntaria en el refugio, paseando perros y ofreciéndoles consuelo, cuando se encontró con Avatar. Había algo en él: algo tranquilo, amable y sabio. Empezó a cuidar sus cicatrices, y con cada caricia, se forjó un vínculo. Al ver la naturalidad con la que conectaron, la agencia de adopción le preguntó a Joy si podía llevarse a Avatar a casa para ayudarlo a sanar en un lugar más tranquilo. A las pocas horas de estar juntos, ocurrió algo hermoso: se eligieron. Desde ese día, Joy y Avatar han sido inseparables. Puede que tenga tres piernas, pero Avatar camina por la vida con un corazón pleno, y ahora, con alguien que lo ama a cada paso.